martes, 7 de agosto de 2012

de contarte como me siento...

Estoy comenzando a creer que tal vez no soy tan bonita como dicen... Siempre soy la que se queda sola, la que baila sola, la gordita graciosa.

¡NO SOY MAMÁ!

Ya deberías saberlo, Diana. A tus 23 años, aún no tienes hijos. Entonces ¿Por qué te empeñas en tratar a tus hermanas como si tú las hubieras parido? Aunque se te haga chiquito el corazón, debes dejar de preocuparte por lo que hacen o no. La mamá es otra y te ahorrarías algunos corajes si pensaras más en ti.

Por lo visto no cumples tus promesas. Las cosas de esa carta que escribiste hace tiempo con tanto dolor, no se han cumplido. Tal vez ya es tiempo. Y sí, duele, pero ya lo superarás. Cualquier cosa es mejor que estar sufriendo a cada rato por pequeñeces... insignificancias.

Aquí transcribo la carta, para que recuerdes cómo te hizo sentir esa vez y no vuelvas a cometer los mismos errores:

"Mariana:

     Ya sé que no soy tu mamá y que bueno, porque así no me tengo que tragar tus berrinches. Y que bueno que me dices que te molesta que actúe así, porque de ahora en adelante, ya no lo haré, ni me preocuparé por ti. No me busques para darte la medicina, hacerte el desayuno o llevarte a la escuela; si lo hago no es por que me intereses, sino porque alguien más me lo pidió.Ya no te preguntaré qué tal estuvo tu día, porque no quiero que me contestes de mala gana. Ni tampoco te diré que te ves linda, porque no quiero que te enojes. Cuando estés triste, no preguntaré qué te pasa, porque no quiero que me grites. No te pediré que bailemos ni que nos tomemos fotos juntas. Todo esto tú lo pediste. Pero si te exijo que me respetes, porque así como yo cambiaré contigo tal y cómo lo deseas, quiero que tu lo hagas conmigo.

     Yo no soy quién para aguantar tus berrinches y caprichos, y no pienso soportar uno más. Rompiste mi corazón con tus palabras hoy. Y sí te quiero, y sí me importas, sólo que ya no lo demostraré, para evitarnos peleas. Y en cuanto a tus disculpas, sé que lo dices por compromiso, pero igual te disculpo, aunque eso no significa que tu y yo estamos bien. Sí algún día quieres que todo sea como antes de ésta carta, tendrás que trabajar mucho para lograrlo, porque yo ya no puedo. Espero cumplir tus expectativas y que entiendas mi punto.

At. Diana"

Ojalá esto te refresque la memoria y te evite sufrimiento futuro.