miércoles, 29 de agosto de 2018

I almost did it.

Julio fue un mes extraño, tal vez el mes más largo de toda mi existencia. Lleno de emociones, fechas esperadas, trancazos, risas y lágrimas... después de todo eso, agosto simplemente voló, entre viajes y más esperas. Y tanto voló que esos dos meses pasaron como si no hubieran pasado, y lo que nació un dos de julio continuara un veintisiete de agosto sin más, hasta un 29 de agosto por la mañana, donde al despertar estaba ahí, a mi lado, con sus ojos cerrados pero la sonrisa pintada.